miércoles, 1 de julio de 2015

"LA MUJER QUE TOCABA EL MANTO DE JESÚS"

Gracias!

Este domingo que pasó, (28 de junio), correspondía el Evangelio de la mujer que tocó el manto de Jesús y la mano tendida que animaba a levantarse a la hija de Jairo! Durante la Misa vespertina del sábado y la dos que celebré el domingo por la mañana, omití leer la parte de “la mujer que tocaba el manto de Jesús…” y ahora mirando para atrás veo, que mi madre, quien falleciera ese mismo domingo por la tarde, es quien le tocó el manto a Jesús y partió con Él.


Desde que falleció Rosita, estoy viviendo momentos de muchas emociones, escuchando a quienes me saludan y sobre todo dejándome abrazar fuerte, la palabra más escuchada es “fuerza” y me la dan con cada abrazo. Poco a poco estoy empezando a poder expresar algunas palabras, ante las muestras de afecto y cariño, la más repetida es “gracias”, pero sobre todo trato de escuchar…  Contemplar.
Y gracias es lo que le digo a mi madre por haberme dado la vida y haberme sujetado durante estos últimos 13 años a su lado para entregarme, sabe Dios, cuánto amor y aprendizaje!
Gracias a los Oblatos por permitir que Rosita, viviera en una comunidad oblata. Gracias a todos los oblatos que compartieron la vida comunitaria en estos años, como a cada oblato de la provincia, tanto de Chile como de Argentina, y ¡más allá…! que cada vez que teníamos la oportunidad de comunicarnos, siempre esta la pregunta cordial y familiar: “cómo está tu mamá?” siento una deuda enorme de gratitud a la congregación de los Misioneros Oblatos!!!
¡Gracias a los amigos y amigas que forman parte de nuestras comunidades oblatas! Comenzando allá por el 2003 cuando mi mamá se vino a vivir en la casa juvenil de Virrey del Pino, cuántos recuerdos ella guardaba de esos años, generosos al visitarla y cuidarla en mis ausencias! Luego siguiéndome, se vino a Madre de Dios, en la Capital, allí también fue rodeada de cariños y afectos… y estos últimos 8 años y medio, aquí en Carrodilla, nuestro terruño, donde están mis raíces, familiares, culturales y religiosas!!!
Innumerables hermanos y hermanas que estuvieron a su lado para lo que necesitara, en las buenas y en las malas, en mis salidas y mis cansancios, jóvenes y adultos, cada uno haciendo lo mejor que sabía hacer, a su lado se sentían, hermanos, hijos, nietos…
Cuánta gratitud a cada uno, que le brindó su afecto y cariño en expresiones concretas, de esas que habla el Evangelio en el “Buen Samaritano” o en Mt. 25!
Gracias a mi hermano Ramón y su esposa Adriana, Martín Noelia y Gaby, sus tres nietos… Aunque nuestra madre se apegó a mí, y mi lugar de misión, como familia siempre estuvimos juntos, atendiéndola y rodeándola de cariño.
Y por último en este relato quiero expresar mi gratitud al P. Omar Friedrich OMI, como oblato y amigo, quien estuvo presente aquí en Carrodilla, en nombre de todos los oblatos. Su presencia, sus oraciones y sus palabras, las he vivido y muchos así lo expresaron, como un “paso sanado por Carrodilla” en este momento tan particular.
Lo dije varias veces, pero lo quiero repetir… ¡Gracias!


P. Tony OMI – Carrodilla, Mza., 30 de junio de 2015.

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